El Sistema Educativo Cubano

Actualmente, Cuba es líder no sólo en América Latina sino también entre los países desarrollados en cuanto al nivel de educación.

Desde los primeros días de la revolución, en 1959, el sistema educativo cubano sufrió cambios radicales. Hasta entonces, la educación sólo era accesible para las clases acomodadas del país. Según el censo de 1953, unos 550.000 niños de entre 6 y 14 años (casi la mitad de la población infantil) no estaban matriculados en ninguna escuela. Al mismo tiempo, 10.000 profesores estaban en paro. En la época de la Revolución, Cuba era un país en el que el 30% de la población era analfabeta y el 90% era entre total y funcionalmente analfabeta [1]. Una de las primeras medidas adoptadas por el gobierno cubano en 1959 fue aumentar el número de escuelas primarias, y en 1972 se puso en marcha un programa para garantizar la educación secundaria a todos los ciudadanos. 

En la actualidad, el nivel medio de educación en Cuba no es inferior a nueve grados y es obligatorio. Se ha lanzado una campaña para universalizar la educación superior, y todos los municipios de Cuba están obligados a participar en la educación superior. Los principales deberes del Estado cubano en el campo de la educación han sido eliminar por completo el analfabetismo y promover formas más eficaces y diversificadas de enseñanza; establecer y mejorar la enseñanza secundaria técnica y profesional; aumentar el número de escuelas e instituciones de enseñanza superior; y reducir las diferencias educativas entre niños y niñas y otras disparidades sociales.

Peculiaridades del sistema educativo

Las características sociales del sistema educativo cubano se reflejan en sus principios básicos.

1. El papel determinante de la política social del Estado en el desarrollo del sistema educativo nacional. El Estado no sólo es responsable de su estructura y funcionamiento, sino que también financia todos los gastos en este ámbito. Todos los gastos corrientes y de inversión del sistema educativo (construcción de escuelas, equipamiento, etc.) están cubiertos por el presupuesto del Estado. Basta decir que a lo largo de los años, a pesar de las dificultades financieras y económicas del país, ha sido posible mantener el gasto presupuestario en educación como porcentaje del PIB en un nivel muy alto (alrededor del 8%) e incluso ha aumentado como porcentaje del gasto total del 15,8% en 1990 al 18,1% en 2001. El gasto del presupuesto estatal cubano en educación ascendió a unos 3.000 millones de pesos en 2003. Sobre kinnser login leer aquí.

2. La gratuidad de la enseñanza en todos los niveles. La Constitución cubana establece los siguientes principios: “La educación en todos los centros educativos del país (desde la escuela primaria hasta la universidad) es igualmente accesible para todos” y “La educación es gratuita”. Estos principios no se limitan a ser proclamados, sino que están garantizados. Los niños cubanos reciben gratuitamente material escolar y uniformes; los internados ofrecen comidas y artículos de primera necesidad gratuitos; los escolares y estudiantes reciben atención médica gratuita en todos los centros médicos del país; etc.

3. “La educación universal y la igualdad de acceso a la educación, es decir, la igualdad de oportunidades independientemente de la edad, el sexo, la raza, la religión y el lugar de residencia. En Cuba existen organizaciones como el Ministerio de Educación, el Comité de Defensa de la Revolución, la Policía Nacional, etc., que supervisan tanto la matriculación como el progreso de los niños en las escuelas. Se trabaja sistemáticamente con las familias desestructuradas y monoparentales y se les presta apoyo y ayuda material para que sus hijos puedan estudiar en igualdad de condiciones que los niños de familias normales. Recientemente se ha creado la escuela de formación continua integral “Cochimar”, que tiene dos objetivos principales: ofrecer oportunidades a los jóvenes de 17 a 35 años que no estudian ni trabajan, y formar a trabajadores sociales que ayuden a las organizaciones mencionadas a impartir educación universal a nivel local.

4. Formación en servicio. En Cuba la educación se practica al servicio del propósito fundamental de la educación: vincular la teoría con la práctica, la escuela con la vida y la educación con la industria. El uso de este principio desarrolla la conciencia de los alumnos como futuros productores de bienes sociales. Por ejemplo, los alumnos contribuyen realmente al suministro de alimentos.

5. Participación democrática de toda la sociedad en las tareas de la educación pública. Este principio demuestra el carácter social de la educación cubana. No sólo las organizaciones e instituciones sociales y no gubernamentales participan en la oferta de educación para todos, sino también la comunidad. Los padres, por ejemplo, ayudan a las escuelas a organizar y realizar actividades culturales, estéticas, deportivas y de ocio de diversa índole. Leer más aquí.

6. Un enfoque diferenciado e integrado de la escolarización. Cada escuela tratará de identificar tanto las capacidades como los posibles problemas de los niños, teniendo en cuenta sus circunstancias y la crianza en la familia. Se estudiará a cada niño, se analizará su situación familiar y su entorno, y el profesor trabajará con cada alumno de forma individual. Se presta especial atención al desarrollo y la participación de las niñas en la escuela. No es casualidad que, según los datos oficiales, las chicas tengan actualmente un papel destacado en las organizaciones estudiantiles.

Programa “Enseña a tu hijo”

Veamos ahora de forma más específica los distintos niveles de este sistema. Comenzamos con la educación preescolar, que se define aquí como la preparación de los niños de 0 a 5 años para su posterior escolarización con éxito. Dado el porcentaje relativamente bajo de niños cubanos que asisten a guarderías y al llamado año de educación preescolar (17% y 12% respectivamente en 2002) y el hecho de que los niños en edad preescolar que no asisten a centros de educación estatales se integran con éxito en el sistema escolar, en 1992 se introdujo el programa social “Educa a tu hijo”. 

El programa permite a los miembros de la familia estar preparados para educar a sus hijos en casa. Un análisis de la eficacia de este programa llevado a cabo a lo largo de los años mostró un alto nivel de desarrollo en los niños que fueron preparados sobre su base. Señalemos las principales características del trabajo con niños en edad preescolar sobre la base del programa “Enseña a tu hijo”: padres (familia): trabajo preparatorio sistemático sobre la crianza y el desarrollo del niño; enfoque individual: consultas médicas de una a dos veces por semana para familias con niños de 0 a 2 años en centros médicos de residencia; trabajo con grupos: reuniones de dos horas dos veces por semana con familias con niños de 2 a 5 años. Los niños de 5 a 6 años que viven en zonas rurales remotas o inaccesibles de Cuba asisten a la escuela primaria más cercana dos veces por semana, acompañados por un familiar, además de recibir clases particulares.

Los voluntarios son contratados para enseñar a las familias y supervisar sus propias actividades educativas dentro de la familia; entre ellos hay profesores, formadores, tutores, médicos, enfermeros, pensionistas, estudiantes y trabajadores comunitarios. El número de participantes en el programa aumenta cada año.

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